Impresiones de dos bibliotecarias que peregrinaron a la Feria del Libro
No se que me pareció, si se que tengo alegría de espíritu, orgullo de nuestro sistema y certeza de nuestro rol de difusores sociales y culturales, además de una clara conciencia de ser parte importante en la cadena de comercialización del libro y de ser engranajes de esa parafernaria de las editoriales.
Fue una peregrinación antes y durante la feria.
En el predio ferial caminamos 500 km para obtener el santo Grial, o llegar a la Meca o hallar el mágico libro buscado. Ideamos atajos, dimos vueltas en círculos, nos perdimos en búsquedas placenteras pero no necesarias, descubrimos nuevos objetos de deseos y en cada estación o parador recordé a mis amigos a quienes hubiese deseado llevar para compartir ese mundo de palabras impresas, Pablo me esperaba en las de filosofía y mi corazón no cabía de alegría al ver tanto escrito para pensar la vida, Susana en las de esquisitas novelas , o de textos de psicología, de humor o de amor ...y así en cada una de esas posadas literarias.
Dseseos de volver? todos y mas
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